La democracia se basa en tres principios: isegoria, isonomía, isocracia, es decir, todos los ciudadanos tienen derecho a hablar en las asambleas, son iguales ante la ley y deben participar por igual en las decisiones públicas, nuestros principios se basan en los principios de la democracia.
El principio de democracia es la base estructural que aclara la existencia y operatividad de las sociedades occidentales, así como su armonía y proporción. Más allá de la superposición de un solo principio que debe ser respetado tal como está incluido en la Constitución de una Nación, la democracia es la razón primordial del Estado democrático de derecho, es el valor fundamental de las sociedades democráticas.
El principio de democracia es de singular importancia y relevancia para el derecho electoral, ya que la condición esencial del Estado democrático de derecho que constituye nuestra nación es la participación de la población en el gobierno. Este principio es el valor más preciado de la esfera social democrática. Esto es lo que sostiene y da origen a todos los demás principios conocidos y elevados en el concepto de sociedad.
No hay libertad sin democracia, igualdad sin democracia, igualdad sin democracia.
Por tanto, está claro que la democracia va más allá de los límites de un solo principio y se convierte en la base estructural y fundamental del derecho, el orden y la justicia social. Se destaca su flexibilidad, al no haber rigidez en sus consensos, adaptándose siempre al progreso de los pueblos.
Es un principio profundamente vinculado a la realidad de la sociedad en la que opera. Su valor es tan grande que la democracia se oficializó y preservó el estatus de los derechos humanos, siendo fundamentales en la experiencia humana. Para que el principio democrático se exteriorice es necesario el sistema electoral.
Se puede decir que el sistema electoral es el medio por el cual la democracia toma forma y camina junto al pueblo. Para que el sistema electoral sea efectivo es esencial el principio de democracia partidista, que enmarca y fortalece la participación popular en el gobierno, luchando por ideales y oponiéndose al consenso. Los partidos políticos son los engranajes precisos de los pilares democráticos a través del principio de democracia de partidos. No hay democracia sin sistema electoral y no hay sistema electoral sin democracia de partidos.
El Estado democrático de derecho permea, agota los dictados del principio de democracia, dado que es el Estado democrático de derecho, el garante que privilegia los derechos fundamentales, sociales y políticos de la persona, y antepone los principios de la democracia, la economía, sociedad y Cultura. Es el Estado democrático de derecho, la garantía dada al pueblo de tener voz y participación efectiva en el gobierno, así como las bases de una vida digna.
Es también la garantía de que el Estado será limitado y la voluntad social prevalecerá. Por tanto, se concluye que no hay sociedad digna sin el principio democrático. No hay seguridad social, ni siquiera dignidad, sin el principio democrático. Y este principio se implementa a través del sistema electoral, delineado por el Estado Democrático de Derecho.
El principio democrático es el ideal, la democracia de partidos donde se implementa el sistema electoral es la realización de este ideal y el Estado democrático de derecho es la garantía social de que este ideal estará acorde con la voluntad y necesidades de los ciudadanos. Por tanto, la democracia significa proporcionar a todos el mismo punto de partida. Sobre los puntos de partida, depende de cada uno.